Fin a una temporada más, la 23-24. Y, como siempre, una temporada de nuevas vivencias y futuros recuerdos para todos los que formamos parte de esto.
Una temporada 23-24 donde los alevines, tras vivir un año pasado muy exitoso, pasaron a ser una plantilla mayormente nueva, con chicos y chicas que se acercaban a este deporte por primera vez.
Una temporada 23-24, donde el Infantil Azul, de primer año y tras enormes resultados en Alevín, han dado el difícil salto, y no con malos resultados, a las canastas y balones grandes con los que compartirán ya toda su vida baloncestística. Temporada en la que el Infantil Blanco, después de un año pasado con resultados difíciles, ha crecido y peleado por el primer puesto en todas las competiciones, convirtiéndose en un equipo realmente duro de batir.
Una temporada 23-24 en la que el equipo Cadete, con expectativas altas, ha pasado de ser un grupo de buenos jugadores a un muy buen equipo al completo. Para la historia de nuestro club queda ese 108-22, que si bien no sirvió para ganar un título, demostró su enorme potencial como colectivo.
Una temporada 23-24 en la que el Juvenil Azul, lleno de jugadores de poca experiencia, se convirtió a nivel de dinámica y compañerismo, en la mejor de nuestro club. El Juvenil Blanco, por su parte, volvió a demostrar y a consolidarse entre los mejores equipos de la competición (y de la historia de nuestro club), con título de liga y presencia en Fase Final incluidas.
Una temporada 23-24, con récord de categorías para nuestro club. Seis equipos dirigidos por cuatro entrenadores, pero bien acompañados por todas las personas que de una forma u otra formáis parte de esto.
Esperando septiembre. ☘️