Tras la derrota contra Reverso de la semana pasada de la que salimos con buenas sensaciones, nos pusimos a prepararnos para el próximo encuentro contra Santiponce en nuestro campo, un partido aplazado de la primera vuelta.
Comenzamos el partido algo despistadas en defensa y no muy acertadas en ataque, lo que nos creó inseguridades en el campo que rápidamente el rival notó y aprovechó, quedando el marcador 4-9 al término del cuarto.
El segundo cuarto debía ser revitalizador y dar un giro radical a nuestro juego y actitud en el campo y así fue. Las indicaciones eran precisas y claras, mantener una buena defensa comunicada y mover la bola en ataque y cortar hacia otro lado para mayor dinamismo. De este modo, conseguimos anotar más puntos, robar balones y hacer entradas menos forzadas. Debido a este cambio de actitud acabamos la primera parte empate y con todas las oportunidades de ganar en la segunda parte.
Este segundo período continuaba con buenas jugadas, aunque algunas de ellas no llegaban a finalizar como se esperaba. En defensa estábamos con menos intensidad lo cual ocasionó canastas fáciles al rival. Además el cúmulo de faltas de algunas jugadoras nos obligaba a mantener a otras más cansadas en el campo. Sin embargo, acabamos el cuarto 1 arriba en el marcador, dejando de nuevo el partido muy abierto para el último cuarto.
A veces pasa que esta situación te motiva para plantar cara y gastar todo el cargador para cerrar el partido, sin embargo, nuestras chicas no tenían un buen día y la falta de coordinación nos hizo perder muchos balones incluso en nuestro propio campo que se convertían fácilmente en puntos del otro equipo. A pesar de que la presión a todo campo no era excesiva, las nuestras no alcanzaban salir de ella con bloqueos y pases, frustrando al equipo y dejando en manos del rival el control del partido. Sin duda fue de esas veces en las que la actitud negativa nos invadió e hizo que nos quedáramos a las puertas de ganar, solo por 3 puntos.
De este partido debemos reconocer nuestros errores, admitir que la falta de coordinación y la incapacidad de mover la bola nos ha pasado factura, pero sobre todo que no podemos volver a aquellos tiempos en los que meternos dos canastas seguidas era motivo para abandonar y dar el partido por perdido. Hay que mantener siempre una buena actitud y confiar en nuestro juego, recordar que le hemos plantado cara a equipos muy buenos y que somos capaces de mucho más de lo que demostramos en este último partido.
No dejaremos que esto sea un denominador común en cada partido, a partir de ahora no valen malas caras, desmotivaciones o falta de confianza, hay que ir a por todas, juntas a ganar. 1, 2, 3 MONTANO.