Con el comienzo del año nos encontramos con un partido muy frio y muy duro de llevar, puesto que nos enfrentábamos contra las primeras de liga. Con solo dos días para preparar el encuentro, volvimos a repasar las jugadas, la organización, la defensa… pero sin duda lo más importante, la confianza. Y es que de nada sirve ser muy buena en un deporte si no tienes la confianza en ti misma para jugar, ya sea con 12 que con 30 años .
El partido no empezó nada mal para nuestras chicas, supimos mover la bola y penetrar rápido y realizar una defensa perfecta, manteniendo la distancia y yendo a las ayudas cuando se requería. De este modo continuamos hasta el final de la primera parte solo con seis puntos abajo, impidiendo que el otro equipo consiguiera despegarse de nosotras en el marcador.
Las ganas no nos faltaban en la segunda parte pero el cansancio y la presión para pasar de campo nos hicieron perder muchos pases. Al final nos vencieron moralmente y dejamos de hacerlo como al principio del partido, con despistes en defensa, malentendidos en los pases, exceso de bote… Finalmente nos quedamos con la impotencia de perder un partido duro, pero con la alegría de haberles plantado cara a un equipo muy bueno.
Estoy muy muy orgullosa de mis chicas, son unas luchadoras, todas y cada una de ellas. El progreso que están haciendo es brutal y poco a poco van cogiendo más dinámica de partido y de juego en colectividad. ¡Cabeza alta chicas! por que el trabajo ya esta dando sus frutos.
Felicitarlas a todas, pero en especial a una jugadora que se ha comprometido en cada partido a dar el 100%, que cada año progresa muchísimo y que a parte de ser disciplinada y buena jugadora, es una compañera ejemplar. Gracias Yara por tu juego limpio, por ser una guerrera y por ayudar a tus compañeras dentro y fuera del campo.