Partido muy complicado el que se le planteaba a nuestros alevines este viernes en casa. Nos visitaban los líderes de la liga, Safaur, un equipo de competitividad máxima, por lo que se esperaba un partido complicado desde el principio.
Y así fue, desde el principio el equipo rival dominó por completo todos los apartados del juego, robando balones y corriendo contrataques, ganando los rebotes y aprovechando su ventaja física.
A pesar de ello, no hay nada que reprochar a nuestros jugadores/as, que demostraron una gran responsabilidad sin bajar los brazos, con valores de valentía y esfuerzo como seña de identidad, tanto a nivel colectivo como individual.
Estos chicos están empezando ahora a competir, por lo que no están acostumbrados aún a encontrarse con equipos de una competitividad excesiva, sobre todo cuando hablamos de estas edades. El partido fue complicado para ellos/as en todos los niveles, no solo en el terreno de juego, ya que mentalmente también debían enfrentarse a esa competitividad, tensión y nerviosismo que se generaba desde el banquillo rival, transmitiéndole esos nervios a nuestros jugadores, acostumbrados a que la exigencia venga en otro tipo de valores como el juego en equipo y la superación, y no tanto en la cultura del “solamente vale ganar”.
A simple vista, puede parecer que no ha habido mejoras destacable en el juego de nuestros alevines, pero quienes los ven jugar desde el inicio de la temporada, pueden asegurar que este nuevo grupo ha superado importantes baches, que también se demostraron en este partido marcado por unos valores que no son los nuestros.
Pero incluso con este partido tan duro, no nos cabe duda que el lunes estos chicos y chicas se van a presentar en la pista de entrenamiento con más ganas que nunca, ganas de demostrar que son mejores jugadores, ganas de seguir compitiendo y aprendiendo a la misma vez, pero sobre todo, ganas por coger de nuevo la pelota naranja y hacerla botar.